
A 45 días de las elecciones generales en nuestro país, se han suscitado movimientos legislativos bastante polémicos y rudos por parte de la fracción parlamentaria de Morena. No conformes con dar trámite a las mercenarias iniciativas enviadas por el ejecutivo, ha intervenido y buscado a toda costa, valiéndose de métodos viles y tramposos, para que estas pasen al pleno y que eventualmente se aprueben.
En primer lugar, está la tan famosa reforma que crea el fondo de pensiones para el bienestar. El dictamen resultante fue completamente distinto al enviado por el ejecutivo, lo cual no refleja un esfuerzo legislativo exhaustivo, sino más bien una intención de evitar la necesidad de una mayoría calificada en la votación. Con esta reforma, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público podrá constituir un Fondo con el propósito de recibir, administrar, invertir y entregar los recursos aportados por las cuentas de Afores inactivas. Este precedente es riesgoso y podría considerarse un perjuicio considerable al pueblo mexicano.
Otra iniciativa polémica discutida y aprobada en el Senado de la República fueron las reformas a la Ley de Amparo y a la Ley de Amnistía. En cuanto a la reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución, el cambio propuesto es significativo. De aprobarse, se eliminaría la posibilidad de que, a través de suspensiones provisionales, se impidieran las obras prioritarias y faraónicas del Gobierno Federal.
Esto podría evitar que, al promover un juicio de amparo, este quede sin efecto debido a la ejecución del acto reclamado y se proteja al quejoso durante el proceso judicial. Esta iniciativa es preocupante y erosiona las atribuciones del poder judicial, lo cual puede ser el primer paso hacia dictaduras y autoritarismo.
Por último, se aprobó una reforma que permite al presidente otorgar amnistía a cambio de información comprobable en casos relevantes para el Estado Mexicano. Esta medida parece buscar consolidar un poder sin contrapesos, lo cual va más allá de la amnistía y se asemeja más a un indulto disfrazado.
En mi opinión, aunque estas iniciativas materializan algunas de las intenciones más cuestionables de Morena y sus aliados, así como del presidente, también las veo como distracciones de la atención mediática y pública, que, en un juego sincronizado, intentan desestabilizar.
Esperemos que en las cámaras revisoras se ejerza un verdadero contrapeso a estas decisiones legislativas aberrantes y que, sobre todo, la ciudadanía atestigüe como morena es un peligro para México y si… de lo peor que se ha visto.