En el marco del Encuentro Nacional Municipal, la Gobernadora de Chihuahua, Maru Campos comentó que, de ocurrir una deportación masiva de migrantes a partir del 20 de enero con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, el Estado de Chihuahua no se convertirá en un albergue, sino que se dará atención a la población retornada y se ayudará para que regrese a sus lugares de origen.    

“A todos los migrantes, lo sabemos cómo gobierno humanista, tenemos que respetar su dignidad y tenemos que respetar su persona, pero bueno, nuestros estados o el estado de Chihuahua no es un albergue para los migrantes”, destacó.  

En este sentido, explicó que, en los centros de procesamiento, se les identificará, se le otorgará la ayuda que necesiten y serán transportados hacia sus destinos dentro del país. 

“No son albergues, son centros de procesamiento, vamos a recibir a los migrantes cuando lleguen, a procesarlos, a tomar sus datos y a guiarlos a que regresen otra vez a su estado y su municipio. Si les llamamos albergues, pues bueno, ahí pueden permanecer, no, no van a permanecer, por lo menos en el Estado de Chihuahua no es ninguna opción para los migrantes”, enfatizó.