
En los últimos días, se ha viralizado una convocatoria para manifestarse el próximo 15 de noviembre en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México (CDMX). La idea comenzó a circular en X TikTok, donde llamó la atención y rápidamente se volvió tendencia. En sus mensajes, los jóvenes detrás de la convocatoria se definen como parte de la “Generación Z México” y aseguran que su movimiento es completamente apartidista.
La movilización, que partirá del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo capitalino, busca hacer visible el descontento de una nueva generación con los problemas que enfrenta el país: corrupción, falta de oportunidades y violencia. Pero más allá de la protesta, los organizadores quieren demostrar que los jóvenes también pueden unirse para exigir un cambio sin recurrir a la confrontación.
El movimiento exige un México más justo, seguro y libre de corrupción, donde las decisiones del Gobierno respondan a las necesidades reales de la ciudadanía. Entre sus principales demandas están la mejora en la seguridad pública, el fin de la impunidad, así como mayor transparencia en el uso de los recursos públicos.
También reclaman más oportunidades para los jóvenes, mejores condiciones laborales y una participación social activa sin manipulación política. Su consigna, expresada en redes bajo el lema “Un México que despierte”, refleja el hartazgo ante los abusos del poder y el deseo de una generación que quiere ser escuchada y construir un futuro distinto.
“Al principio iba a marchar por el impuesto a los videojuegos, pero no puedo ignorar la inseguridad. En San Luis había crimen, aquí también; en Michoacán mataron al alcalde que hacía su trabajo y hace unos meses a una taxista en Veracruz y el caso del Rancho Izzaguire. Ya es demasiado”, aseguro Carlos Daniel uno de los jóvenes.
Aunque el nombre del colectivo “Generación Z México” aparece vinculado a la convocatoria, en un comunicado oficial la organización aclaró que no organiza la marcha, pero respalda toda manifestación ciudadana nacida del hartazgo social. “Nuestra lucha no es contra otros; es contra la impunidad, la corrupción y la indiferencia”, señalaron.
Este fenómeno juvenil no es exclusivo de México, pues comenzó en Nepal, donde las movilizaciones derivaron en la renuncia del primer ministro, y ha tenido eco en Madagascar, Kenia y Perú, países en los que miles de jóvenes salieron a las calles para exigir seguridad y cambios políticos reales.
Es importante mencionar que otra de las demandas que exigen los jóvenes es la revocación de la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum.





