Después de que el Departamento de Comercio estadounidense informará que el lunes se retiraba de un acuerdo de 2019 que había suspendido una investigación antidumping sobre las importaciones de tomates frescos procedentes de México porque el acuerdo actual no protege a los productores estadounidenses de “precios injustos”, la mayoría de los tomates procedentes de México estarán sujetos a un arancel del 20.91 por ciento que comenzaría el próximo 14 de julio. 

Por su parte, Julio Berdegué, secretario de Agricultura, se mostró convencido de que se llegará a un acuerdo con Washington como ha ocurrido antes, porque el conflicto es recurrente. Además, recordó que el actual acuerdo data de 2019, cuando la primera administración de Donald Trump actuó “igualito que ahorita” y se llegó a un entendimiento. 

Estados Unidos acusa a México de vender sus tomates por debajo de sus costos, algo que el gobierno niega. “No hay nada de que el Estado esté subsidiando”, dijo la presidenta Sheinbaum. La misma acusación en sentido inverso es la que hace México sobre el pollo y la carne de cerdo estadunidenses. En el caso del pollo se llegó a un acuerdo en 2012 que el gobierno mexicano ya dijo que es revisable y en el segundo la investigación antidumping está todavía abierta. 

Este pronunciamiento sobre los tomates es la más reciente amenaza de la administración de Trump a México a menos de una semana de que Washington acusara al gobierno mexicano de no cumplir el tratado fronterizo de aguas y dijera que si no entrega el agua que debe a Texas podría aplicar aranceles o sanciones.