Vladimir Putin estaría abierto a discutir un acuerdo de alto al fuego en Ucrania con Donald Trump, pero descarta hacer grandes concesiones territoriales e insiste en que Kyiv abandone sus ambiciones de entrar en la OTAN, según declararon cinco altos funcionarios rusos, indicaron que el presidente Putin estaría dispuesto a congelar el conflicto en las líneas actuales del frente. Estas líneas incluyen el control ruso de más del 70% de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporiyia y Jersón, que Moscú considera parte de su territorio. Sin embargo, todavía podrían negociarse ciertos ajustes en estas áreas, aunque Crimea no forma parte de la discusión.
Rusia también podría retirarse de pequeñas porciones de las regiones de Járkov y Mikoláiv, mientras que insiste en mantener el puente terrestre hacia Crimea, asegurando su conexión estratégica con esta península anexionada en 2014. La reciente autorización de Estados Unidos para que Ucrania use misiles ATACMS dentro de territorio ruso ha complicado las perspectivas de un acuerdo. Moscú calificó esta acción como una escalada grave y advirtió que endurecerá sus condiciones.
Es importante mencionar que, los ataques con estos misiles, que ocurrieron por primera vez esta semana, han fortalecido la postura de los sectores más duros dentro del Kremlin, quienes exigen más territorio ucraniano como parte de cualquier acuerdo. Por su parte, Trump ha expresado su intención de hablar directamente con Putin, aunque no ha detallado cómo logrará conciliar las posiciones de ambos lados, que actualmente parecen irreconciliables.
Asimismo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, insiste en recuperar todo el territorio ucraniano, incluidas las áreas ocupadas desde 2014. Sin embargo, expertos militares estadounidenses han señalado que este objetivo es extremadamente ambicioso. Putin dijo este mes que cualquier acuerdo de alto el fuego debería reflejar las realidades sobre el terreno, pero que temía una tregua efímera que solo permitiera a Occidente rearmar a Ucrania.