El Papa Francisco inauguró el nacimiento instalado en la sala de audiencias del Vaticano, el cual ha generado polémica debido a que el Niño Jesús aparece representado sobre una kufiya, (el tradicional pañuelo palestino). En este sentido, el rabino jefe de Génova, Giuseppe Momigliano, ha criticado dicha representación como una “palestinización” de la figura histórica de Jesús, argumentando que despoja a Jesús de su identidad judía.
El rabino calificó el gesto como “particularmente preocupante” al venir del Papa Francisco. “Es un paso más para privar a Jesús de su identidad histórica”, declaró Momigliano. Asimismo, el vicepresidente de la Unión de Comunidades Judías de Italia (UCEI) se sumó a las críticas, subrayando que esta representación puede dañar las relaciones entre el cristianismo y el judaísmo.
La escena del belén proviene de Belén y fue entregada al Papa Francisco por el embajador palestino ante la Santa Sede, Issa Kassissieh, el pasado sábado. Según el diario francés La Croix, la kufiya no formaba parte originalmente de la escena, sino que fue colocada por un miembro de la delegación palestina momentos antes de la llegada del Papa.
Cuando el Papa Francisco lo vio por primera vez exclamó: “Ante este pesebre recordamos a nuestros hermanos y hermanas que, en Belén y en otras partes del mundo, sufren la tragedia de la guerra”. “Con lágrimas en los ojos elevamos nuestra oración por la paz. ¡No más guerra, no más violencia! ¿Saben que una de las inversiones más rentables aquí es la fábrica de armas? Beneficios por matar. ¡No más guerras! ¡Que haya paz en todo el mundo y para todos los hombres, a quienes Dios ama!”, aseveró.