El conflicto en Ucrania va en escalada tras el reciente ataque a Rusia con misiles Storm Shadow, entregados por el Reino Unido, y otros de largo alcance cedidos por Estados Unidos, así como la represalia a la agresión de parte de Moscú, que respondió con el lanzamiento a territorio ucraniano del nuevo misil balístico.
El ataque se ejecutó contra la planta militar Yuzhmash, ubicada en Dnipropetrovsk. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que fue tan exitoso el desempeño del misil que ordenó la fabricación en masas de esta nueva arma, cuya capacidad de desplazamiento e imperceptibilidad ya causa preocupación en las potencias occidentales.
“Nuestro misil balístico Oreshnik cambiará el curso de las acciones en Ucrania”, expresó el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, al canal Al Arabiya y recordó que Rusia podría utilizar armas nucleares, aunque las considera “la última opción”.
Asimismo, Francia no descartó enviar soldados, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, no excluye la posibilidad de que Francia, aliada estrecha de Ucrania, pueda enviar soldados al conflicto ruso-ucraniano, según lo señaló el sábado a BBC.